La Estación St. Pancras en Londres, es una de las estaciones de trenes más lindas del mundo. Su belleza también está acompañada de varias historias, algunas curiosas, otras emotivas, y otras divertidas (o tragicómicas).
Ya sea que pases por acá, o por la estación contigua, King Cross, vale la pena hacer una pausa para recorrerlas, y admirar su arquitectura, y sus detalles. En lo personal, algunas de las cosas que despertaron más mi curiosidad, de la estación St Pancras, fueron sus esculturas. Y buscando información acerca de su origen, encontré varias historias interesantes.
Si el señor Google te trajo hasta acá, seguramente es porque se te ha despertado la misma curiosidad que a mí. Entonces, vamos a ello…
Un Lugar de Encuentro
Ya sea dando la bienvenida, o despidiendo a los viajeros, en el hall principal, está emplazada esta imponente estatua de bronce, de 9 metros de altura, hecha por el escultor Paul Day. La escultura se llama “The Meeting Place” (el lugar de encuentro). Al artista le fue encargada esta obra, bajo la premisa de que representara el romanticismo que evoca una estación de tren, la emoción de las partidas, las despedidas y los encuentros. Con este concepto, e inspirado por la última escena de la película “Love actually” (sí, esa en la que tod@s lloramos) fue que nació esta pareja.
La obra, generó no pocas controversias entre los londinenses. Amores y críticas. Los detractores argumentan que es demasiado literal, o muy grande, o un poco tosca. Es probable que sea alguna de esas cosas. Pero sin dudas, impacta al verla, y es difícil que pasemos a su lado indiferentes.
Lo más interesante de la escultura, en mi opinión, es el friso circular que rodea la base, y que representa diferentes situaciones relacionadas con el viaje. Si estás con tiempo, dale una vuelta completa para observar cada escena. Te sumergirás en un mundo en miniatura, lleno de detalles.
Paul Day es un escultor que suele esculpir sus obras en terracota, resina y bronce. Con con una técnica sorprendente, juega con las perspectivas y las escalas, representando personas en movimiento. A mí en lo particular, su obra me fascina. Esta escultura, no estoy segura.
Un Homenaje
A pocos metros de la anterior, encontramos a un señor mirando hacia arriba, sujetando su sombrero.
Se trata del poeta inglés John Betjeman, quien cumpliera un rol crucial, en la lucha por la conservación de la estación. Se puede decir que gracias a él, todo el edificio sigue en pie. Apesadumbrado, decía que el edificio era un tesoro gótico «demasiado hermoso y demasiado romántico para sobrevivir en un mundo de bloques y pisos de concreto”.
Gracias a su perseverante lucha, el complejo sobrevivió a los numerosos intentos de demolición, y hoy forma parte de los tesoros de la ciudad.
La escultura en su honor, fue creada por Martin Jennings. Lo representa admirando el techo de la estación, como si entrara por primera vez, después de la restauración. La misma que paradójicamente, no llegó a ver. En la base de la figura, se reproducen las palabras de uno de sus poemas, Winter Seascape:
«Here where the cliffs alone prevail. I stand exultant, neutral, free. And from the cushion of the gale. Behold a huge consoling sea.» (La traducción sería algo así como: Aquí, donde los acantilados solos prevalecen. Yo estoy de pie, exultante, neutral, libre. Y al amparo del vendaval, contemplo un inmenso mar consolador.”
Una Reliquia Accidentada
Por encima de la escultura principal, podemos ver los vestigios de otra historia: el reloj de la estación. Los relojes de las estaciones de trenes, suelen ser icónicos. Y éste lo era también. Tal era su valor histórico y simbólico, que en los años 80, fue vendido a un coleccionista norteamericano por 250 mil libras. Sin embargo, el acuerdo, no pudo concretarse. Porque cuando los operarios lo estaban bajando de su sitio, el reloj se cayó y se rompió en mil pedazos. De existir los celulares, el estruendoso momento hoy sería viral, pero lamentablemente, no quedó registro. Sólo nos queda imaginarnos las caras de estupor e incredulidad de los presentes.
Así fue que finalmente, las piezas sueltas, se terminaron vendiendo por tan sólo 25 libras al señor Roland Hoggard, un conductor de trenes retirado. Este hombre las llevó a su casa, y pacientemente volvió a armar el reloj.
Gracias a esto, las piezas pudieron conservarse, y ayudaron para construir una réplica del reloj original, que es la que hoy adorna el hall principal de la estación. Mientras que el reloj original, continúa adornando el granero de Mr. Hoggard.
Por otro lado, muy cerca del reloj, suelen verse colgadas otras obras de arte, que forman parte de exhibiciones temporarias, que se renuevan por temporadas.
De Ayer a Hoy
La estación St Pancras, fue diseñada por William Barlowse, y se terminó de construir en 1868. Luego, en 1876, se inauguró un hotel digno de película, que forma parte de la estación, el Midland Grand Hotel, diseñado por Sir George Gilbert Scott.
En 1935, todo el complejo fue cerrado, convirtiéndose en las oficinas del ferrocarril.
Durante la Segunda guerra mundial, la estación fue bombardeada. El edificio además, servía como punto de encuentro y de partida para las tropas. Y también desde aquí se ayudaba a evacuar a los niños.
En la década del ’60, los proyectos de modernización que avanzaban sobre Londres, amenazaban con la demolición del edificio. Entonces, una parte de la sociedad que defendía la arquitectura victoriana, comenzó a poner resistencia. Entre ellos, John Betjeman.
Luego de una ardua batalla, finalmente lograron salvar el edificio.
El edificio fue utilizado como oficinas del ferrocarril hasta 1985, época en la que comenzó su restauración, que fue terminada en el 2007.
Hoy St. Pancras, es el punto de llegada para los trenes de alta velocidad, así como el Eurostar. El complejo cuenta con importantes tiendas, restaurantes, y espacios para eventos. El antiguo hotel, se transformó en el lujosísimo St Pancras Renaissance, conservando su arquitectura deslumbrante.
Harry Potter en King Cross
Adyacente a la estación St Pancras, está la estación King Cross. De arquitectura mucho más moderna, es totalmente independiente de la primera, pero casi funcionan como una sola.
King Cross aparece en los libros de Harry Potter de J.K.Rowling, como el punto de partida del Expreso de Hogwarts, al que se accede a través del andén secreto 9 ¾. Para el rodaje de la película, se utilizaron los andenes 4 y 5 numerados como 9 y 10. Pero se utilizó el exterior de St. Pancras, por su estética gótica y por ser mucho más vistosa.
Actualmente, sobre una pared de la estación King Cross, hay una instalación del famoso andén, para que los fans puedan fotografiarse.

Gracias por las anécdotas. Tuve la oportunidad de estar en St. Pancaras Station en 1996, cuando el conjunto se veía deslucido, en momentos en que el sistema ferroviario británico se achicaba, como lamentablemente ha sucedido en Argentina y Chile, ya entonces la estación estaba amenazada por la piqueta de demolición. Años despues en 2012 disfrute recorriendo el hermoso conjunto edilicio puesto en valor y admiré el rol de John Betjeman y el emotivo monumento del «Meeting Place»que narra uno de los momentos más dolorosos de la historia de Inglaterra
Hola Gaston,
muchas gracias por tu mensaje. Que bueno que hayas podido ver el «antes» y el «después», y disfrutarlo. Es un hermoso conjunto edilicio.
Saludos!
Muchas graci
Hola!!! Que maravilla toda la informacion que compartis, que genia!!! te quiero consultar en que medio de transporte conviene viajar de Londres a Paris. Gracias , saludos.
Silvia
Hola Silvia,
muchas gracias por tu mensaje.
Hay varias opciones para ir de Londres a Paris. Depende bastante de las preferencias personales, y del presupuesto.
La opción más cómoda (y la más cara), es el tren. Porque tiene la ventaja de que te subis en el centro de Londres y te bajas en el centro de París, evitando aeropuertos, y tiempos de espera. Sin embargo, según los horarios, es posible conseguir tickets con muy buenas tarifas.
Las aerolíneas low cost, suelen tener buenas tarifas en todos los horarios, y también son una muy buena opción. Y también está la opción del bus, que aunque el tiempo de viaje es mucho mayor, los tickets son muy económicos.
Saludos!
¡¡Gracias!! Buscaba información sobre esas hermosas esculturas y aquí encontré mucho más. Estuvimos en Saint Pancras,quedamos maravillados.
Muchas gracias por tu mensaje! Saludos,
«Si el señor Google te trajo hasta acá, seguramente es porque se te ha despertado la misma curiosidad que a mí. Entonces, vamos a ello…», Tql cual, visité St Pancreas atraído por su belleza exterior, y esta escultura me impresionó.
Y de King´s Cross me hipnotizó el techo moderno…
Es muy atractivo el sistema ferroviario inglés en general, y una pena que en mí país se haya venido tan abajo, Es cierto que las distancias son distintas. Londres-Edimburgo es un lindo trayecto que pasa por muchas ciudades grandes, pero en Argentina un tramo de longitud parecida sería Bs.As.-Mar del Plata, practicamente cruzando el campo todo su trayecto
Muy interesante tu publicación
Muchas gracias Andrés.
Sí, coincido, la arquitectura de ambas estaciones es deslumbrante. Pensar que los ingleses junto con los franceses ayudaron a construir el sistema ferroviario argentino, que en su época era magnífico. Es una pena que se haya deteriorado tanto, pero como dices, es cierto que las distancias a cubrir son diferentes. ¿Te imaginas lo que sería Argentina conectada con trenes de alta velocidad? Yo abrigo el sueño de ver eso hecho realidad algún día… Un abrazo.