[title maintitle=»Qué son los riads?» subtitle=»»]
Cuando buscamos alojamiento en Marrakech, una de las opciones más habituales que aparecen son los llamados RIADS.
Pero qué son los riads, y cuál esta diferencia con un hotel?
Los riads, se remontan a la época medieval. Son antiguas casas tradicionales, en las que solían vivir familias de alto rango social Estas casas, tienen una arquitectura muy particular, ya que están construidas hacia adentro, guardando total privacidad. Por fuera, sólo se ve un alto paredón y la puerta principal. Al entrar, nos encontramos con la casa, que habitualmente tiene dos o tres plantas, y todos sus ambientes están distribuidos alrededor de un patio central. En los patios suele haber una fuente, además de plantas, o árboles frutales. Estos patios, a menudo están decorados con mosaicos de colores, y nos recuerdan mucho a los patios andaluces. Además exhiben un gran trabajo artesanal, en puertas, techos y ornamentos.
Estas antiguas casas, tuvieron su época de esplendor, y con el correr de los siglos, fueron abandonadas. En el siglo 20, el auge de Marrakech como destino turístico exótico, atrajo a muchos extranjeros y celebridades, quienes se interesaron en comprar esas propiedades, para renovarlas. Así fue como la mayoría de estas casas, fueron transformadas en hoteles y restaurantes, pero manteniendo su arquitectura y su decoración tradicional.
En general los riads, tienen pocas habitaciones, y cuentan con una atención muy personalizada. Son lugares muy frescos, y tranquilos. La mayoría cuenta con terrazas, con pequeñas piscinas y bonitos espacios para descansar.
La gastronomía de los riads, suele ser excelente. La mayoría de las cocinas, están a cargo de chefs nativos. Por lo que desde el desayuno hasta la cena, es posible disfrutar de platos tradicionales, preparados con ingredientes frescos y de gran calidad.
Hay riads de distintas categorías, y para todos los presupuestos. En los últimos años ha habido un auge de este tipo de alojamiento, y las opciones se multiplicaron. Los hay desde los más económicos, hasta los de lujo, que ofrecen una auténtica experiencia cinco estrellas. Pero independientemente de su categoría, lo que caracteriza a todos, es su alto grado de hospitalidad.
Alojarnos en un riad, es un poco como estar en una casa particular. Nos da la posibilidad de vivenciar más de cerca, la cultura marroquí. Los riads son lugares muy confortables, limpios, frescos, silenciosos, y privados. Donde es posible disfrutar de buena gastronomía, y recibir una atención muy personal.
Cuentan con la ventaja adicional de estar dentro de la Medina, o zona antigua de Marrakech, por lo que están muy cerca de los principales puntos de interés.
[title maintitle=»» subtitle=»HOTELES, LA OTRA OPCIÓN PARA HOSPEDARSE EN MARRAKECH»]
Claro que en Marrakech, también hay hoteles. También los hay de todas las categorías y para todos los presupuestos. Desde los más lujosos, hasta los más austeros. Los más grandes, cuentan con amplios espacios interiores y exteriores, como jardines, piscinas y restaurantes, que al igual que en los riads, cuentan con muy buena gastronomía.
Aunque hay hoteles en la Medina, la mayoría de la oferta hotelera de Marrakech, se concentra en los barrios de Hivernage, y Gueliz, es decir, en la parte moderna de la ciudad. Esto podría ser una ventaja, para los que prefieren un ambiente más internacional, occidental y moderno.
La desventaja, es que hospedarse en estas zonas, requiere contar con vehículo o taxi para trasladarse hasta la parte antigua, donde están los principales puntos de interés. Por otro lado, los hoteles, son más impersonales, más grandes, más ruidosos, y más concurridos.
[title maintitle=»» subtitle=»HOTEL O RIAD?»]
Ninguna opción es mejor que otra. Elegir entre un riad o un hotel, tiene que ver con los gustos personales, y las preferencias según el tipo de viaje que estemos haciendo.
[title maintitle=»» subtitle=»COMO ES LA EXPERIENCIA DE HOSPEDARSE EN UN RIAD?»]
En Marrakech, tuve la posibilidad de hospedarme en el RIAD VIVA. En una zona muy tranquila de la Medina, a pocas cuadras de la plaza, muy cerca de la residencia real, y detrás del lujoso hotel La Mamounia. Para ser honesta, elegí este riad, básicamente, porque su terraza daba a los jardines de ese hotel, y la vista era magnífica. Aunque, según lo que vi en las últimas fotos de viajeros, parece que construyeron una baranda, y ahora la vista, es parcial, y no tan magnífica.
El riad Viva, no es un riad de lujo, pero es muy confortable. Cuenta con una atención muy personal, y una gastronomía tradicional deliciosa. Los ingredientes eran comprados el mismo día, según la preferencia personal de cada huésped, y preparados especialmente.
Daba gusto llegar, después de recorrer la caótica Marrakech. Todo el lugar es un oasis de frescura, y un santuario de silencio. Sólo se escucha el canto de los pájaros, y el sonido del agua de la fuente.
Al atardecer, el aire trae el sonido de los tambores de la plaza. Y por las madrugadas, los llamados a oración, lo que le imprimen un aire muy particular.